A punto de caer.

No puedo ni hablar, lo único que digo es: te quiero. Desde que no te tengo mi mundo es gris, mil personas me ayudan y me apoyan pero ninguna me hace verdaderamente feliz. Y es que ójala entendieras que de verdad me arrepiento de ese adiós que te formulé en el pasado. Cada día maldigo esas palabras que te dije el último día de clase, yo ese día solo quería una cosa, un beso tuyo. Que recuerdo con todo detalle ese día que por tuenti te dije: arcadio? y así comenzamos en amistad. Poquísimo después, te veía como algo más, olvidé a ese amigo suyo al que antes era mi todo. Te defendía por encima de todo, porque eras máximo, porque quería ver esa sonrisa tuya que tanto me gusta. Cosa que no me esperaba, tener que decidir, entre dos amigos, pero me decanté por ti, me dí cuenta de que te amaba, de que sobrevolaba todas las fronteras, que mi amor pasaba a la ilusión. Esas tardes o esas mediodías que me ponía delante tuyo para que no te fueras, esas fiestas, que, aunque fuí una cagada, todo fue mágico. De verdad, de verdad que le quiero y como dice él soy una inmadura, muy muy inmadura pero este no es el caso; es que no te quiero porque te necesito. Si no te necesito porque te quiero. Sin ti nada soy, soy una desconfiada, sin nada, tan solo lágrimas inundan mi rostro, mis labios buscan los tuyos, mi cuerpo añora tu calor, mis ojos recuerdan tu mirada, mi corazón esta desesperado de que des alguna señal. Me estoy muriendo poco a poco, tan solo en cajón es donde estás, suplico que vuelvas, te lo suplico.