martes, 31 de enero de 2012

Aunque me canse...

Y llega un día en el que me canso. De seguirte el rollo. De hacer todo a tu manera. Y justo cuando decido darme por vencida, decirme a mí misma que puedo contra ti vienes tú con esos ojos que me enamoraron. Y me derrumbo. Otra vez a la rutina. A la de ser tu muñeca. Y no poder hacer nada teniendo tus ojos amenazando mi corazón...

sábado, 28 de enero de 2012

Esperarte u olvidarte.

Me estoy volviendo loca, ¿te olvido? Ojalá. Si hubiera querido olvidarte, ya lo habría hecho. El tema es que no tengo claro si quiero olvidarte. De todas formas, no creo que pueda. Tú me pides tiempo, y yo intento hacerte saber que yo necesito besos. Que no puedo con esto. Y encima vas tú contándome que un mes. Un mes más. Sin ti. No sé si puedo soportarlo ya. Olvídalo todo. Todo esto llamado realidad. Tampoco te pido que vivas en un cuento conmigo; tú sabes que vale la pena probar y que yo, no me voy a quedar corta si se trata de prestar amor. Olvídalo. Pasas de mí. Pero te quiero. Y espero que todavía haya algo de amor para darme. Repito. Aunque pierda el tiempo, te quiero.

domingo, 8 de enero de 2012

Te Amo

Tiemblan los corazones, tiemblan por causas falsas, no entiendo tus razones, me queman tus palabras.



martes, 3 de enero de 2012

Duele el amor que siento por ti.



Me duele que al despertar tenga que pensar que ya no vas a sonreír si piensas en mí.

Tan rápido se fue.

¡Heey! ¿Te acuerdas de mí? Solíamos pasar horas hablando a las tantas de la noche. Soy yo esa a la que abrazabas con fuerza si hacía frío en aquel parque alejado del pueblo. Mi pelo es el que apartabas para no comértelo en cada beso. Estas son las manos que tocabas cada instante. Sí, y estos mis labios, los que tanto has besado. Parece mentira que ya te hayas olvidado. Tan solo ha pasado un tiempo. ¿No recuerdas mi mirada? Decías que era única, que enamoraba con tan solo mirarme. Me mentiste, dijiste que nadie puede olvidarse de mí; ¿y tú?, ¿eres la excepción o qué pasa aquí? Podría volver a presentarme, empezar de cero, pero... demasiado fácil para ti, demasiado complicado para mí. A lo mejor tengo que aprender de ti. Olvidarme yo también de todo eso que ocurrió. Vomitar esos batidos y esas pizzas tomadas juntos mientras nos besábamos en ese banco. Mis labios siguen sabiendo a ti. Y aunque hayan pasado meses. Todo me sabe a ti.