Lo mejor de todo.

Mejor que mil imágenes, mejor que todas las sesiones amistosas en círculos para cotillear. Mejor que el chocolate y que el regaliz verde... Mejor que el odio, el amor, la verdad e incluso la mentira. Mejor que pintarte las uñas, besar a un chico, beber hasta enloquecer, estar loca y gritar. Mejor que sacar un 10, mejor que correr, mejor que Tuenti, el ordenador y páginas privadas. Mejor que tu cantante favorito, mejor que tus sueños, mejor que ser guapa, ordenada y educada. Mejor que un mensaje, un comentario o un piropo. Mejor que la voz de Green Day, Metallica, Rihanna y Beyoncé. Mejor que el cuerpazo de Mario Casas y las series más provocadoras. Mejor que una mirada, un roce o un pacto en la cama. Mejor que lo vivido, mejor que una puerta abierta. Mejor que todo, mejor que la vida.